Bueno, han pasado varios días sinpoderme sentar a escribir con calma... aprovechando este momento de tranquilidad en martes (¡hasta qué!) quise escribir de algo que tiene días dándome vueltas en la cabeza: qué significa para mí vivir en Guadalajara.Estuve antes de escribir analizando las entradas anteriores de nuestro blog, y me di cuenta que la mayoría de ellas son de crítica o de denuncia de lo que no nos gusta de Guadalajara. Esto no está mal por sí mismo, pues la indiferencia es algo que no aporta nada y crea un ambiente de negatividad.
Lo que es cierto es que es fácil ver lo malo y señalar lo que está mal: problemas viales, ineptitud de algunos gobernantes, falta de infraestructura, seguido de un montón de etcéteras.
En esa ocasión no.
Hoy voy a comentar lo que me gusta de Guadalajara, porque estoy orgulloso de haber nacido aquí, porque esta ciudad y su gente me han dado mucho y le debo mucho. El simple hecho de haber nacido aquí me compromete, pues quiero ver antes de morir una ciudad encaminada (al menos) a ser lo que me gustaría que fuera: limpia, segura, moderna (en el amplio sentido del término) y con habitantes educados y respetuosos del derecho de los demás a vivir con tranquilidad.A pesar de todo, me gusta mi ciudad, me gusta la historia que hay detrás de ella, me gusta ver cómo se transforma en su arquitectura y en su fisionomía (aunque no siempre con mucha idea a futuro), me gusta que aun hay gente amable y hospitalaria.
Quisiera a veces que los cambios se dieran más rápido, ver las cosas cambiar ante mis ojos, pero me convencí ya de que no será así, somos mexicanos y luego tapatíos, no nos gustan los cambios de golpe, las cosas van cambiando a nuestro ritmo y en la medida que nuestras costumbres e idiosincracia lo permiten.Por lo pronto procuraré no quejarme, y en lugar de ello haré lo que me toca: hacer mi trabajo con calidad siempre y ser un buen ciudadano respetuoso de los demás y aportando mi grano de arena para que Guadalajara sea un mejor lugar para vivir.
Orgullosamente tapatía y sí esa observación que haces de los comentarios negativos ya la había hecho yo antes, es por eso que cuando escribo, (que por cierto hace mucho que no lo hago), trato de que sean cosas positivas y alegres al menos desde mi punto de vista, ya que el algunas ocasiones he sido criticada al respecto, en fin a mi me gusta ser mas alegre y positiva y este artículo tuyo me gusto por tener ese toque, Felicidades y que haya más de éstos, no solo de Adrián sino de todos los escritores.
ResponderEliminarPatutío:
ResponderEliminarBueno también si nos ponemos a decir que todo es color rosa y no analizamos las cosas haciendo solo una revisión superficial caemos en el punto de no volver a hacer nada al respecto. No creo que ni el optimismo puro ni el ser negativos nos lleven a ninguna parte, la única manera en que puedo aportar algo a esta ciudad es siendo crítico, informarme de una, dos, tres...las fuentes que se necesiten y los medios que me sea posible, y compartir mi información y conocimientos.
Que haya personas como tú en esta ciudad me sorprende gratamente.
El punto no es ver que esta todo jodido sino, reconocerlo y tomar parte del problema y de su solución.
Gracias por tus comentarios miestimado Anónimo... Soy "patutío" orgulloso, y el espíritu de esta entrada era precisamente balancear los comentarios, pues como decía ya se habían acumulado muchos negativos.
ResponderEliminarComo vien dices, ambos extremos son malos, así que procuraremos ser equilibrados sin quitar el dedo del renglón de aquellos problemas que vivimos a diario y que de verdad estamos interesados en solucionar.
Saludos !