Lo acepto, no era el equipo titular de los EU, pero nosotros tampoco teníamos a los titulares que militan en Europa (aunque no se si de verdad nos hicieron falta), que no es el torneo de mejor nivel en el mundo, pero es el torneo de selecciones más importante de nuestra zona CONCACAF.El caso es que necesitábamos ganar algo, y para la selección de Javier Aguirre este título era urgente, sobre todo por ser el equipo de las barras y las estrellas y en su propia cancha.
El primero tiempo fue de sueño para mi (literalmente, pues me quedé dormido). La jugada donde la tuvo Alberto Medina era el primer gol antes del descanso, y la verdad no supo resolver (bueno, no es goleador). No se qué
les haya dicho Aguirre en el vestidor, pero el segundo tiempo jugaron bien y el resultado se dio: un 5-0 contundente.
Lo que me gustó de la celebración luego de recibir la copa: la actitud de Javier Aguirre, al dar el crédito a sus jugadores y mantenerse al margen, y además que en el festejo y al posar para las fotos se integró al equipo completo de jugadores, auxiliares y hasta utileros (buen detalle).
La prueba de fuego será el 12 de agosto próximo cuando jueguen de nuevo contra los Estados Unidos en el hexagonal final para el Mundial de Sudáfrica en el Estadio Azteca; pero la confianza que les dio este resultado más el hecho de ser locales me da la certeza en que obtendrán un buen resultado.
¡¡Fuera malinchismo y negativismos!! ¡¡VIVA MÉXICO!!
Notas en El Informador y en Medio Tiempo.
[Fotos: mediotiempo.com]
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