Dadas las ocho en el reloj, el joven brincó la barda con clavo y martillo camino hasta el fondo del panteón, y clavó el metal puntiagudo en la pared; sin embargo, al quererse retirar del lugar, notó que alguien o algo le detenía su saco, fue entonces que se llenó de pavor y horror a tal punto de perder la conciencia, sus compañeros le esperaron una hora y al notar que no llegaba entraron al panteón a ver lo que pasaba, hallaron a su compañero tendido en el suelo, con el saco sujeto a la pared, lo retiraron de allí y poco después despertó... pero ya estaba loco.
Ya se imaginarán que fue lo que lo detuvo a la pared... el mismo clavo que puso en la pared.
Como esta historias existen muchas sobre el Panteon de Belen, es recomendable para quien nunca haya ido asistir a las visitas nocturnas guiadas, son excelentes y muy divertidas, solo hay que investigar cuando se hacen, recomendadas
ResponderEliminarsegun yo despues de 1 mes el muchacho como quedo traumado se murio
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