Niños maltratados

Foto: http://www.ahora.com.do/Edicion1286/SECCIONES/actualidad1.html

Es una tristeza que la sociedad, sobre todo aquellos con más carencias, sean los protagonistas de historias tan tristes como las que ultimamente he leído.

No hace más de un par de semanas, leía la información en MURAL, de un niño al que le quitaron la vida, a su año y medio de edad. Nada más y nada menos que su padrastro (por golpearlo) y su mamá (por permitirlo). Llegó la señora apresurada al centro de atención médica que le quedó más cerca de su vivienda (San Miguel Cuyutlán, muy cerca de Tlajomulco de Zuñiga, Jalisco) a pedir que atendieran a su hijo, quien a decir del personal de salud, llegó muerto.

Narraba la señora que su marido (al que había conocido apenas 6 meses atrás, y con quien decidió ir a vivir el día que lo conoció), golpeaba a su hijo, tres veces al día (de hecho más o menos así decía la nota en su encabezado) pero no unas nalgadas; unos "trancazos". Dijo la mujer, que ella lo permitía, porque sí, sin dar explicaciones sobre lo que sentía cuando el niño lloraba. Y es que el sujeto (¡ya imagino el terror!) por cualquier cosa que el pequeño hiciera, lo maltrataba provocandole incluso fractura de costillas previas al golpe que le causó la muerte (le rompió el cráneo).

En fin que el señor huyó y ella está al parecer en la cárcel.

Historias similares he leído muchas. Los golpean porque les estorban, porque no los atienden, porque lloran si les duele algo y son tan bebés que no saben ni decirlo. Los dejan caer al suelo argumentando que fue un accidente, los dejan sin comer, hasta que están desnutridos. No se dan cuenta de la magnitud de sus actos hasta que los ven muertos y piden que el pequeño vuelva a la vida.

Que situación tan vergonzosa, sobre todo porque no he conocido la institución que vele de manera integra por el bien estar de los niños. Porque no se denuncia. Porque a pesar de que conocemos el problema, nos hacemos los que no sabemos nada. Porque a nosotros no nos pasa. Y un largo etcétera. Muchos motivos por los que no exista alguien que lo haga, pero por lo pronto deberíamos de comenzar, por el buen trato en casa. Por el cariño de madre a hijo.