El título de esta entrada se refiere a cuando una persona deja de existir, entonces se dice que colgó los tennis o los zapatos. Pero en esta ocasión me refiero a la costumbre de algunos (me los imagino jóvenes) que para pasar un rato de esparcimiento deciden quitarse los tennis más viejos que tienen y amarrarlos uno a otro de las cuerdas para después hacer un tipo de boomerang y colgarlos en los cables de la calle, que bien pueden ser de luz, teléfono o tv.
Las compañías se quejan de esta manera de entretenerse, porque además de que se ve feo, pueden llegar a afectar las instalaciones y claro se les tiene que dar mantenimiento para que los usuarios no resulten afectados.
Aún que creo que hace algunos años se veían más pares colgados en la calle, ahora se ven menos pero también cuelgan hasta trapeadores... en la imagen que tomé del barrio de Santa Tere hay uno, hay que ver para creer.
Las compañías se quejan de esta manera de entretenerse, porque además de que se ve feo, pueden llegar a afectar las instalaciones y claro se les tiene que dar mantenimiento para que los usuarios no resulten afectados.
Aún que creo que hace algunos años se veían más pares colgados en la calle, ahora se ven menos pero también cuelgan hasta trapeadores... en la imagen que tomé del barrio de Santa Tere hay uno, hay que ver para creer.